EL MAESTRO N.TAMURA HA MUERTO



No por esperada es menos impactante. Pido disculpas por ser yo, quién me dirija a vosotros para decir estas palabras, ya que me considero una de las personas menos adecuada para tal fin... pero me siento en el deber.
¿Como buscar el lado positivo ante una noticia como esta? ¿Como celebrar hoy el legado de vida del Maestro Tamura? ¿Recordando los buenos momentos? ¿celebrar el privilegio de haberlo visto en acción y haber escuchado parte de sus enseñanzas -como siempre sin haber prestado la debida atención, con falsas disculpas solo achacables a la dejadez- y tener el orgullo de haber entrenado con el -para mi- más grande?... Quizás eso ya no importe... la vida pasa demasiado rápido...
En el año 2007 el Maestro comentaba la esperanza de "la aceptación de la muerte cuando llegase" y en ese momento "volver sobre la vida y decirse que ha valido la pena". Y ahí es donde entramos nosotros: con una práctica sincera. En la fidelidad al Maestro escogido, en el duro trabajo que nos deja para continuar en el camino de la Vía (afortunádamente transmitida a otros grandes Maestros de los que todavía tenemos que seguir aprendiendo), pero ya sin su mirada. Este, tiene que ser un revulsivo para replantearnos con seriedad nuestra relación con la práctica, que quizás nos obligue a esforzarnos más. Para el Maestro N. Tamura este estudio del Do representa "seguir un camino hacia el hombre que está en nosotros". A día de hoy, ese pequeño hombre que trato de descubrir en mí, me pide tres cosas para unir el pasado con el futuro. Lealtad, esfuerzo y cariño.
Su recuerdo perdurará en nosotros.
...............Tista