CLAUDE P. Y GILBERT M. EN MADRID

 

Cuando uno tiene a la posibilidad de asistir a un curso de Alto Nivel de aikido, durante todo un fin de semana, lo primero que le viene a la cabeza es la del privilegio de poder participar y, lo segundo, la imagen de un dojo, con un grupo de tíos entrenando con potencia durante horas -un grupo a tope de testosterona-. O lo que es lo mismo: A uno le impone mucho respeto el tema... y un poquito de miedo, la verdad.
   Y nada del curso defraudó. Horas de entrenamiento y convivencia, e incluso respuestas a preguntas a las que hacía tiempo, años, me venían rondando por la cabeza y, curiosamente afloraron a la superficie en los debates que tuvimos en el dojo: Por que hacemos lo que hacemos como lo hacemos, ...si al final nos vamos a morir igual, añadiría yo para aumentar la transcendencia. Preguntas respondidas desde la experiencia personal de los allí presentes, que una vez puestas en el conjunto retornan nuevamente enriqueciendo y aportando respuestas individuales.
   Pero claro, tanta filosofía fue sin perder de vista la técnica y la práctica -y en cantidad y calidad-. Afianzando los cimientos, ya sabéis, la inspiración te tiene que pillar entrenando.

MEMORIAL EMILIO G.

   De repente, sentado en seiza antes del comienzo de la clase y rodeado de juventud, me dio por pensar por cuantos de los presentes habrían llegado a conocerle -por conocer me refiero a entrenar y tomar una cerveza con él- y la respuesta es que creo que más bien poquitos. Pero este es un curso en su memoria, un curso anual para recordarle, así que voy a intentarlo, dentro de lo que la distancia y el desconocimiento me suponían en aquellas épocas, lo que Emilio representa para mí.
   Desde algún año, por la época de los 90, en que lo vi por primera vez en un curso en León, tuve la fortuna de poder seguirle y más adelante invitarle a impartir algunos cursos en Oviedo. Cursos entrañables, ahora que los recuerdo en la distancia. Deciros, para poneros en situación, que Emilio ponía personalmente el dinero por delante por si no nos alcanzaba para pagarle los gastos... todo un personaje. Por Asturias, -o Principado, como a él le gustaba llamarle- era nuestro referente con el aikido. Tomás S. aún nos caía muy lejos y nos intimidaba el grado. Incluso para asistir a los curso del Maestro Tamura en Francia, lo teníamos a él, y a sus alumnos, como fraternales e impagables guías. No voy a decir que pertenece al grupo fundador del AETAIKI y todo lo que vino empujando detrás, aunque debería. Solamente deciros, que cuando con el paso de los años, en los entrenamientos largos y duros, uno empezaba uno a buscar la forma de escaquearse del entrenamiento y en un vistazo general del tapiz te cruzabas con él, ahí lo tenías, subiendo y bajando, rodando y levantándose como el más entregado, disfrutando de cada momento; dentro y fuera del tatami.
   Para los que no pudisteis conocerlo, os lo describiré brévemente como yo lo siento ahora: apasionado y entregado.
   Un placer haber coincidido en el tiempo, aunque fuera sólo un poquito.

Perdón por la calidad de las fotos... pero ye lo que hay.
   Roberto, como siempre, fantástico ;-)

                          Tista

ENCUENTRO INTER-CLUBS

   En este primer encuentro hubo una variada participación de actividades. Se contó con la colaboración de Fonso (Iaido), José Manuel (Nihon), José Castañón (Aikido) y con Paco (Aikido) como anfitrión y comentarista del encuentro:



   Parece que el primer encuentro de inter-clubs de la Corredoria ha salido bien, y parece que la gente está por la labor de repetirlo en un futuro. Lo cierto es que no esperaba que apareciese tanta gente.

   Como crónica del encuentro puedo decir que a pesar de haber sido muy atropellada la organización, no ha sido, de ningún modo, algo que se nos atragantase. El principio de la práctica comenzó con el montaje del Tatami por los practicantes, solo llevó 30 minutos, con lo que el precalentamiento fue intensivo. El resto del encuentro fue un trabajo agradable, en el que parece que los profesores, tanto de Aikido como de otras disciplinas -Iaido y Nihon-, aportaron su trabajo. A todos nos toco sudar de lo lindo, un poco más unos que otros, pero.... ¡ye lo que hay! Lo más destacable de este encuentro es que todos quedaron satisfechos y con ganas de repetir, solo espero que en otra ocasión podamos ser más. 
      Paco


Mil gracias a Fonso y Rober por las fotos