Con GUILLERMO P. en Pola de Siero 2O19




    Se podría resumir, en parte, diciendo que se nos quedó pequeño del dojo. En el todo, es lo de casi siempre, disfrutamos del momento, de los amigos, del aikido; e incluso nos dejamos convencer por Guillermo de que teníamos que acordarnos de sonreir durante la práctica. Demasiadas cosas difíciles a la vez para tan corto curso. Habrá que segir practicando en el dojo. Lo que nos pasa siempre.


   Enlace a la entrada de Abel Rubio publicada en el blog de Aetaiki-Aikikai de España