CLAUDE PELLERIN en Gijón

   Hace dos años... ya hace dos años que pudimos disfrutar de la visita del maestro Claude. Realmente es mucho tiempo... y no dejamos de asombrarnos de la evolución del aikido que transmite. Cada vez más refinado, sin nada superfluo. De una delicadeza solo superada por la eficacia. Personalemte no deja de sorprenderme la facilidad con la que, durante la práctica, es capaz de transmitirte el momento de desequilibrio en el que te das cuenta de que ya no tienes posibilidades de réplica, y te tienes que abandonar al reconocimiento de la derrota, con una sonrisa de incredulidad en la cara.
   Del placer de poder entrenar con viejos amigos, al placer de descubrir a nuevos compañeros. Y a partir de una práctica intensa ser capaz de dominar el ego y dejarnos absorber, al igual que cuando éramos  principiantes, dentro de la vorágine de nuevas sensaciones, ¿quizás nuevos trabajos o simplemente una nueva visión, más madura, de los hechos, por nuestra parte? nos aportan savia nueva para mantener la pasión y las ganas de seguir intentando vislumbrar de que va esto del aikido.
   Sí, otros dos años son mucho tiempo, pero bueno, ya veremos como vienen dados los vientos de la esquiva fortuna.