TISTA en FERROL

 


 
 Bueno, bueno, bueno... Pues toca escribir desde el otro lado del espejo. Así pues, toca ser breve. Entrenar y departir, durante un día, con amigos, ¿qué más se puede pedir?
   A parte de los fallos personales, olvidos y cosas que me quedaron en el tintero -Para otras ocasiones venideras- e incluso con el tiempo a favor, que con regularidad cartesiana siempre nos castigó durante estos viajes, que se dignó a facilitarnos las cosas, de nada me puedo quejar. Es más, sólo puedo agradecer, agradeceros, a todos, la paciencia y la cortesía que en todo momento se me brindó.
   Muchas gracias a todos por vuestra paciencia para conmigo.

   Tista