Con ROBERTO S. en FERROL

   De nuevo en la carretera. Unas veces toca entrenar en casa, como en el próximo curso del maestro Claude en Gijón, y en otras ocasiones, en la mayoría, toca viajar. La cuestión es echarle horas a la práctica, es el único secreto, siempre y cuando dicha práctica esté dirigida por alguien comprometido con esta vía marcial, con pasión, con capacidad de aprender y de transmitir, como fue en esta ocasión.


   Ya sabéis como es eso que se dice en Asturias: Para cualquier actividad siempre hay que contar con la climatología, y si hace sol, pues se hace también. Así pues, un año más, dentro de un marco de alerta roja de temporal nos dispusimos a emprender el viaje. Alfredo nos guió bajo todas las posibilidades climáticas posibles: Codujo de día, de noche, con sol, lluvia, granizo, nieve, viento, rayos, truenos... mientras el resto del acompañamiento nos dedicábamos a disfrutar relajadamente del viaje -Desde aquí le damos nuestras más sinceras gracias-. Creo que lo único que nos faltó por experimentar en el viaje fue que nos abdujeran los marcianos.

   Los pronósticos se cumplieron, los metereológicos y los que de verdad nos importaban. Un curso para recordar, como muchos otros, demasiados tal vez para lograr retener aunque sólo fuese una mínima parte de lo practicado. Nos encontramos con rigurosidad en las técnicas, precisión, correcciones claras y concisas. Un placer poder estar bajo de dirección de Roberto Sánchez otra vez más y, esperamos poder estar a la altura de las circunstancias para ser merecedores del conocimiento que se pone en nuestras manos para continuar progresando.

   Compartir, sumar experiencias para progresar, dentro y fuera del dojo. Esta es la importancia del camino, de la vía. Todo se suma, engloba, con pequeños pedazitos vamos haciendo algo cada vez más grande; pero siempre conscientes de su imperfección. Ser conscientes de todo esto tiene que provocarnos una llamada a la mejora y al esfuerzo, al progreso, a no estar ni conformes ni satisfechos. Estar en la carretera como equivalente de ese estar buscando, a la par que disfrutando del camino, pues puede que el camino no lleve a ningún final. Es la importancia de la Vía -del camino- por si misma.


      Por cierto, que nuestro afamado secretario tuvo a bien plantar el "borel" para Teverga2014