Poseemos un cerebro que evolucionó buscando parecidos y semejanzas de entre lo que le rodeaba, y parece que le fue bien, y a nostros tampoco parece irnos mal así. Es por esto que, somos capaces de ver caras en las montañas de Marte, a Bugs Bunny en el crater de una luna de Saturno o a Jesucristo en una tostada de pan, o cualquier otra rareza que os podáis imaginar. Pues eso, que con el aikido parece que me empieza a pasar y lo comienzo a ver por todas partes. Y para muestra un botón... bueno, que sean dos:
La sutileza de un iriminage
La depurada técnica de un aiki otoshi
Empiezo a darme cuenta, viendo esto, que el tiempo que dedicó el maestro Tomás S. y posteriormente "the brothers" en el viejo pais de los padres de Cardiff empieza a dar sus frutos.
4 comentarios:
Muy buenos los vídeos. A ver a quién se le ocurre ahora dudar de la efectividad del aikido.
El peligro es que los vea Andrés y pretenda emularlos en el tatami je, je.
¡jo, Andrés!... no me ocurrió pensar en él, perdón. No sé si ya será tarde para quitar los vídeos.
Andai jugando, andai...Ahora ya poco se puede hacer...acaso un video de primeros auxilios puffff
Siento deciros a todos que ya no hay solución posible...jajaja
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