
Como los buenos músicos, volvemos a la carretera, pero el viaje es cercano y placentero. Buen tiempo y, amigos con los que formar, no ya un cuartero, sino toda una polifónica. Y todo esto, alrededor de un gran "director" al que tenemos la suerte de poder molestar... quizás desesperar, para poder mantenernos por ese estrecho y sutil camino del continuo aprendizaje. Es lo que tiene la amistad.
Roberto S. es un referente en el que fijarse, para otear el camino que nos espera, la constancia, el sacrificio, la perseveración, el estudio, la sinceridad; aptitudes siempre necesarias para progresar. Además, es necesario contar con fraternos compañeros de viaje, que hagan este más llevadero, que nos ayuden igualmente, y, en horas bajas sepan empujar. En este curso sobraron. Muchas gracias a toda la organización por vuestros desvelos con sonrisa franca, esperamos poder devolveros las atenciones prontamente.

4 comentarios:
Que chula la foto!!! Nos vemos pronto
Genial la foto. No siento las piernas, pero no me puedo quitar la sonrisa de la cara al verla. Será cosa de LAS ENDORFINAS!
Un curso inolvidable, Roberto es aikido en estado puro...un referente tanto a nivel técnico como humano, en fin, sobran las palabras.
Tranquilo Ernesto, lo de las piernas debe de ser un virus, porque a mi también me está costando un poco recuperarlas... y eso que sólo fui el sábado.
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