
Pocos como el Maestro Claude Pellerin son capaces de transmitir las sutilezas del camino del aikido. Pocos como el Maestro Claude, son capaces de transmitir la pasión por el aprendizaje y a la par el entusiasmo por la enseñanza. Capaz como pocos de hacer mutar lo más básico, en la sutileza más insondable y, a la par, del desglose de la más avanzada técnica sin perder la esencia del conjunto. Fiel continuador de legado del Maestro N. Tamura, es capaz de dar consistencia a contenidos tan recurrentes y nebulosos como el centro, la unida o la adaptación y llenar de contenido al esfuerzo, la constancia y al tesón.
Mucho, quizás demasiado, es lo que nos queda por aprender de él. Todo depende de nuestro esfuerzo, por su parte no cabe la duda de su perseverancia.
