Con DAVID S. en Oviedo2O19


  




    Es costumbre de bien querer agradar a las visitas, que se sientan cómodas, que para eso las hemos invitado; y que disfruten de la estancia. Conseguimos un buen emplazamiento y cedimos nuestro (ya afamado) tatami para facilitar al máximo esta tarea, para que el maestro David S. pudiera desarrollar su trabajo lo más a gusto posible -¡y con que buena didáctica!-, dejándonos guiar dentro de un océano de matices e implicándonos de la forma más armoniosa que supimos.

 Al final, por motivos de calendario, pasó lo que pasó, fuimos los que pudimos, pero trabajamos de la manera más sincera que pudimos y David puso la experiencia nos dejó disfrutar hasta la extenuación, a algunos más que otros, claro está.




    Aprendiendo de la experiencia no volveremos a hacer los cursos tan tarde, cuando las obligaciones vacacional vencen a la rutina de los entrenamientos.

    Me quedo con el grato recuerdo de toda la jornada, por eso de los obligados agradecimientos, siempre, tanto a la paciencia del maestro David, como la de los participantes, que además del esfuerzo, fuerte, del curso, ayudaron y colaboraron en todo lo que se les propuso  sobre todo fuera del tatami, sin un sólo mal gesto ni una mala cara. Con la sonrisa como tarjeta de presentación. La verdad, ¡que buen gusto deja terminar la temporada entrenando con tan admirables compañeros!