Con ROBERTO S. en Lugo 2O18

    Sin necesidad de una ciclo-génesis explosiva, como en casi todos los años anteriores, aunque algo sí que tuvimos desde que llegamos, que nos motivara para una aventura en tierras gallegas, nos adentramos en las incertidumbres de lo que podíamos esperar, del miedo de donde podíamos fallar. Y ni que decir tiene que como es costumbre con nuestro Director Técnico, regresamos con una buena carga de trabajo para desarrollar, lo que implica que además de una subida general de motivación para continuar intentando progresar en el estudio del aikido fue esta otra de estas oportunidades de comentar dudas y trabajos, o simplemente de compartir experiencias que nos puedes enriquecer la vía y la vida, dentro y fuera del tatami.
    A veces cuesta mantener la ilusión y las ganas, pero una vez superada la dificultad volviéndonos victoriosos sobre nuestras debilidades nos hacemos conscientes de lo que nos habríamos perdido.