TOMÁS y DAVID en SANTANDER


   Bueno, pues volvemos a la rutina, a la carretera con los compañeros, echando de menos a la familia, pero con las ganas intactas de seguir aprendiendo, de continuar en la Vía. 
   ¿Que decir de nuestro Shihan Tomás? ¿Que se puede comentar de David, sin resultar repetitivo? Del trabajo, de la constancia, la implicación, la didáctica, la cercanía... ¡Uf! Y sin dejar de ser cierto todo lo anteriormente citado, la parte física, la que se ve, existe otra faceta, no se si atreverme a llamarla del espíritu, que es la de las percepciones que nos transmiten durante estos encuentros, que nos impregnan y que se nos quedan pegadas. De la alegría ante de dificultad, de la búsqueda de novedades en las rutinas, el descubrimiento de las variaciones... Resumiendo: potenciar nuestro goce con lo que hacemos.