CLAUDE P. EN GIJÓN


   ¡Uf...! ¿Como empezar?,... Desde la reflexión tranquila, después del paso del huracán, que para mi fue el curso, podemos apreciar mejor muchas cosas. Empezando por la respuesta de los muchos amigos que acudieron al encuentro y, que colaboraron de forma desinteresada en él, y terminando por la capacidad de transmisión del aikido que el Maestro Claude es capaz de transmitir.
   En lo personal, muchos, demasiados conceptos novedosos. Hubo momentos buenos, de afianzamiento de lo ya sabido que estimulan para la continuación de la práctica; y otros, los más, de una burda imitación de lo gestual, que puesta a prueba en el tatami perdía consistencia en cada nueva repetición. Pero que también tienen que servir de estímulo, pues, si somos capaces de ver -reconocer- nuestros errores, los nuevos rumbos que  nos exigen para continuar progresando aparecerán más nítidos.
   Fantástico curso del que no quiero monopolizar la entrada, sino abrirlo a vuestras experiencias. ¡Ya tardáis!

A la espera de una mejor foto, empezamos con esta.