FONSO EN OVIEDO

Supongo que los problemas de calendario, la masificación de cursos de alto nivel que nos aguardan, cohibieron la participación de muchos miembros del Club. Pero los que tuvimos la fortuna de ir, pudimos volver a contemplar la facilidad con la que Fonso nos muestra el arte del iaido (mérito de largos años de entrenamiento) y la cantidad de matices que un solo gesto puede llevar implícitos. Posturas que se nos presentan conocidas y creemos asimiladas, se desmoronan bajo la presencia de un simple iaito, capaz de reflejar la imagen real de nuestra ficticia realidad; mostrándonos la evidencia y destrozándonos el ego.
Sería inexcusable no agradecer a Manuel la paciencia y dedicación al ponerse a nuestro nivel, de principiantes, con la misión de intentar cimentar la base de nuestra deficiencia técnica.